Van Gogh, autorretrato

LA CULTURA, EL CONOCIMIENTO, EL ARTE Y LA CIENCIA. (Van Gogh, autorretrato) JUAN YÁÑEZ, desde San Juan de los Morros Venezuela, les da la más cordial bienvenida...


martes, 12 de diciembre de 2017

VELÁZQUEZ


                            Este el genial pintor que viviera sesenta y un años,  es uno de los más grandes maestros que la pintura ha dado. Sin Velázquez habría quedado una brecha imposible de ocultar en la pintura. Velázquez se adelantó a su época y ha sido un artista notoriamente original. Incluimos en esta nota la opinión de un  conocedor como lo fue  Pierre Lavedan,  profesor de la Universidad de La Soborne quien expresara: “Velázquez ocupa en el arte español un lugar muy aparte. El género mismo en que se hizo ilustre, el retrato de corte, que le vino a España desde el exterior. El artista, hijo de un portugués, continúa la obra del flamenco Moro y de otro portugués Sanchez Coello. Si, fue educado y nutrido por España. Las diferencias con sus contemporáneos, un Murillo, un Zurbarán, un Valdés Leal son evidentes. No solo su técnica es solamente suya, en ellos no se da esa negativa a la expansión, ni esa falta de misticismo. Sucede a veces—Rembrandt es otra prueba—que el más grande pintor de un país no sea la más exacta alma de ese país”.  Y continua  Lavedan, señalando la imagen del pintor de esta manera:  “El rostro de Velázquez es bien conocido. Autorretrató varias veces, sea en grupo o sea solo. Largos cabellos negros cayendo en ambos lados del rostro, bigotes retorcidos, ojos oscuros, una expresión severa; todos esos retratos concuerdan; puede pues admitirse que dicen la verdad. Pero primero nos dicen es que no pidamos a este hombre confidencias sobre sí mismo. También es fácil escribir biografías de Velázquez, pero nunca serán más que un curriculum vitae”. Este personaje  era natural de Sevilla y vio la luz por vez primera un seis de junio de 1599. Hijo de un gentilhombre portugués llamado Juan Rodríguez de Silva y de Gerónima Velázquez de quien tomó su apellido. Mejor que Zurbarán, quien era hijo de un campesino, o a Murillo hijo de un artesano, sus orígenes le disponían ser pintor de corte.
Su aprendizaje tuvo lugar en Sevilla en dos talleres: Herrera y después Pacheco. El primero resultó ser un hombre medio salvaje, cuya mujer, una hija y dos hijos le abandonaran huyendo de su brutalidad.
Pacheco, hombre de buena educación, poeta, autor de un célebre tratado de pintura  y además padre de una encantadora hija [después de cinco años de enseñanza –escribe—la di a Velázquez en matrimonio incitado por su discreción, su virtud, sus buenas cualidades y por la esperanza que nos hacían concebir su feliz naturalidad y su talento]”.