Van Gogh, autorretrato

LA CULTURA, EL CONOCIMIENTO, EL ARTE Y LA CIENCIA. (Van Gogh, autorretrato) JUAN YÁÑEZ, desde San Juan de los Morros Venezuela, les da la más cordial bienvenida...


viernes, 11 de marzo de 2016

Transición o muerte



marzo 10, 2016 - 
Luis Ugalde *

Fracasó estrepitosamente  la apuesta “revolucionaria” de llevar a Venezuela a su felicidad con una economía sin empresa privada productiva, gracias a la infinita renta petrolera, en manos de un gobierno repartidor. No sólo se pudrió Abastos Bicentenario; está podrido todo y el gobierno va a la deriva sin brújula. Ante la rotunda y definitiva derrota del modelo, lo único sensato es reconocer la realidad y abrirse a la transición: desde la actual catástrofe hacia una nueva base sólida para reconstruir. Lo malo es que los mesianismos llevan a perder todo realismo y sensatez y apuestan a milagros de última hora.

En 1944 Hitler estaba derrotado, luego del decisivo avance soviético y de los exitosos desembarcos aliados en Sicilia y Normandía. Alemania estaba agotada y el nazismo en agonía terminal. Así lo entendieron muchos de sus generales y ministros y buscaron alguna forma de negociación y rendición con una transición menos costosa y un final menos terrible para los pueblos, salvando lo salvable. Hitler los tachó de cobardes y traidores, y siguió delirando con secretas bombas prodigiosas de última hora y divisiones militares salvadoras, que no existían e intentó la absurda defensa de Berlín  con niños de 15 años, cuando la toma por las tropas rusas era inevitable e inminente. El dilema de Hitler era triunfo o muerte. Como el triunfo era imposible, la muerte era segura, para él y para millones más.

En Venezuela hoy muchos generales, ministros y exministros ven que este modelo “revolucionario” ha fracasado y que es suicida aferrarse a él. Frente a esta actitud suicida, a nosotros nos queda la transición organizada para disminuir la destrucción y poner las bases nacionales para la reconstrucción.  Pero en el gobierno hay hitleritos – salvando las distancias- que prefieren la ruina total del país, antes de reconocer su fracaso y abrirse a los cambios necesarios para que tengamos comida, medicinas y seguridad con una democracia plural y sin presos políticos, abierta en sí y al mundo. Esa cerrazón lleva al cogollo a anunciar fórmulas salvadoras sin salirse de la revolución. Toman  decisiones que dan más bolívares al gobierno, pero agravan la escasez y la inflación y no  cambian las dos condiciones indispensables y conectadas: 1) estimular de verdad la confianza, la productividad y la producción nacional y 2) promover el ingreso al país de dólares por préstamos y renegociación de la deuda y por la creación de situaciones atractivas y estimulantes para la inversión y producción. Ambas cosas sólo se pueden dar desde la aceptación del fracaso del modelo y el impulso decidido  a una alianza de las políticas de estado con el renacer de las empresas privadas y la movilización de una sociedad plural, impulsando la transición desde la ruina actual hacia el terreno firme para reconstruir entre todos. Serían funestos una mega-explosión social, o un golpe militar (ya estamos en gobierno militar). Necesitamos una transición promovida desde la oposición y desde el gobierno para hacer realidad  el cambio con el menor costo y  condiciones para unirnos en la reconstrucción eficaz. Sería insensato pensar que la reconstrucción se puede dar con solo medio país, o aferrados al fracasado modelo “revolucionario”.

Se entiende que el cogollo del poder se resista a la transición. Para su ideología (y la del 15 % de seguidores) es imposible reconocer que los empresarios demonizados y los “imperialistas” deban ser parte de la solución y que estos tienen lo que más le falta al gobierno actual. Los “revolucionarios” temen que, sin fanatismo y fundamentalismo ideológico, se queden sin seguidores. La otra resistencia viene de la desesperación de aquellos que están corrompidos en el poder y han cometido sistemáticas violaciones de la Constitución; su problema es adónde ir como refugio cuando esto cambie. Hay delitos que no prescriben y cuyo juicio y castigo trascienden las fronteras.

Transición o muerte. Hitler ya derrotado escogió la muerte para sí y la destrucción y muerte para  lo que quedaba de Alemania. En Venezuela los que todavía están en el poder -militares y civiles- y no han cometido delitos tienen que escoger la transición hacia la vida y la reconstrucción. Lo más sensato parece ser la pronta renuncia de Maduro – voluntaria o inducida-, para caminar juntos con bases políticas y constitucionales hacia el éxito: del actual empobrecimiento masivo y corrupción a la superación de la pobreza en democracia social y con economía de mercado, dentro del bien común y la Constitución.

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*Luis María Ugalde Olalde nació en Bergara-País Vasco-España el 2 de diciembre de 1938.

Luis Ugalde s.j es Licenciado en Filosofía y Letras, Teología y Sociología. También es Especialista en Historia Económica y Social de Venezuela, Magister Scientiarum en Historia y Doctor en Historia. Dichos estudios los realizó en universidades en Colombia,Alemania y Venezuela.

Desde 2008 es Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Venezuela. Obtuvo el Premio Nacional de Periodismo, mención opinión, en el año 1997; y es que, desde 1991 es columnista en diversos periódicos, siendo el más destacado El Nacional. Ha escrito más de 100 artículos en diversas revistas especializadas, y ha sido autor y coautor de treintena de libros Ha sido profesor universitario en la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Central de Venezuela, el Instituto de Teología para Religiosos (ITER) y la Universidad del Zulia desde 1973.

En la UCAB, Ugalde fue Vicerrector Académico (1986-1990), y Rector (1990-2010). También fue Presidente de la Asociación de Universidades de la Compañía de Jesús de América Latina (AUSJAL) hasta el 2009. Entre otros cargos destacados, fue Director de la revista SIC (1976-1979); Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela (1979-1985). Desempeñó la Presidencia de la Conferencia de Religiosos de Venezuela (1982-1986). Además fue miembro del Consejo Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), miembro de la Comisión Presidencial para la Reforma de la Seguridad Social y Prestaciones Sociales, y miembro del Social Equity Forum del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington.

Jornada típica

En 1990 Luis Ugalde s.j se convirtió en el sexto rector de la Universidad Católica Andrés Bello. Desde ese entonces, ha ejercido su cargo con tesón. Su jornada comienza a las 6 am y en muchas ocasiones se extiende más de doce horas. Su labor también implica traspasar las fronteras, bien sea para atender problemas de la Compañía de Jesús, lograr aportes para la universidad o dilucidar la coyuntura venezolana actual. 

Su lugar de trabajo, en el piso 3 del edificio de Servicios Centrales, parece una clínica en donde se viven días intensos de actividades: los teléfonos suenan todo el tiempo, las secretarias van de un lado a otro, hay muchas citas de personas para atender (desde un jardinero hasta medios de comunicación), y es que todo confluye en el rectorado. 

No obstante, el Padre Ugalde se ha caracterizado por ser activo, atento, y cercano. Llega a su oficina con detalles para brindar a sus empleados, quienes se sienten completamente consentidos y queridos. Además, gracias al tiempo han logrado forjar una linda confianza que ha estrechado los lazos afectivos. Quienes trabajan con el Padre Ugalde aseguran que son afortunados por tenerlo, ya que los guía, orienta, aconseja y está con ellos en los malos momentos.  


Amante de la naturaleza
El Padre Ugalde también es amante de la naturaleza y de los ambientes verdes. Tiene espíritu de jardinero, ya que vela porque los jardines de su universidad y de su oficina estén muy bien cuidados y atendidos en todo momento. Es de los que por donde pasa recoge los desechos que no estén en una papelera de basura. De ésta forma logra que la gente se sienta bien en su lugar de trabajo y estudio.
Nuevas responsabilidades

El padre Luis Ugalde s.j. fue nombrado Director de Cerpe (Centro de Reflexión y de Planificación Educativa de los Jesuitas) con la responsabilidad de coordinar los equipos y comisiones de las diversas modalidades y niveles de la educación ignaciana en Venezuela. Asumirá el cargo en los próximos meses y residirá en Caracas.  

Ugalde s.j. hace pocos meses fue nombrado delegado de Educación del Equipo Central de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (Cpal). Esa responsabilidad comprende las diversas actividades educativas de los jesuitas, como colegios (100), universidades (30) y Fe y Alegría con más de 1000 centros. La sede del equipo central de Cpal  está en Río de Janeiro, pero Ugalde atenderá esta responsabilidad educativa desde Caracas y la combinará con la de director de Cerpe.