Van Gogh, autorretrato

LA CULTURA, EL CONOCIMIENTO, EL ARTE Y LA CIENCIA. (Van Gogh, autorretrato) JUAN YÁÑEZ, desde San Juan de los Morros Venezuela, les da la más cordial bienvenida...


viernes, 1 de diciembre de 2017

BUDA


BUDA

                                        La imagen de Buda que generalmente se conoce de este buscador de la verdad, es su efigie. Se lo representa sentado sobre sus piernas en una  actitud meditativa, de figura gruesa, cubierto con un manto que podría llamarse religioso  Sabemos que fue un asceta de renuncia, apartado de la vida mundana y conocedor del alma humana.
Buda nació en la India unos quinientos años antes de Cristo, Se llamó Siddharta Gautama antes de ser convertido en Buda, que significa “El Iluminado”.
Su origen fue principesco, hijo de un rey, habitaba un magnífico palacio a orillas del río Ganges. Recibió instrucción por calificados maestros de los que aprendió un sinfín de conocimientos  iguales a los de su clase. Luego ya en la primera juventud se enamoró de una prima, contrajo matrimonio y tuvo un hijo.
Su vida transcurría apaciblemente y entre las ocupaciones normales entre lo de su clase y condición. Poco después de cumplir 29 años comenzó un cambio en su persona y luego de largas cavilaciones decide dejar a su familia, irse del palacio para comenzar una nueva vida. Un acto irracional para aquellos que lo conocían y apreciaban y es entonces en una oscura noche de luna nueva, según cuenta la leyenda que abandona el palacio de su padre no antes de observar a su esposa e hijo quienes eran los que más lo ataban en sus sentimientos y en ese momento se encontraban profundamente dormidos.
Se arma de valor, superando su dolor al abandonarlos, parte dejando las comodidades y el afecto de los suyos y es en ese momento que comienza su peregrinar para intentar alcanzar la virtud.
Hace como los demás ascetas sometiendo su cuerpo a las laceraciones, los ayunos, las penitencias, es decir a todos aquellos sacrificios en busca del despertar de su conciencia.
Evidencia lo que nunca conoció en sus semejantes, es decir el sufrimiento, el desconsuelo, la desesperación y todas las miserias de la vida terrenal.
Hasta que decide sentarse bajo de una higuera y dice  “No me moveré de aquí hasta que sepa”. Y es entonces cuando la Providencia pone a  prueba su decisión y lo provoca con mil tentaciones que va una a una superando y se entrega a un ascetismo riguroso tan extremo del que apenas sobrevive. Abandona esas prácticas y emprende una búsqueda más centrada e introspectiva. De acuerdo con los primeros textos budistas, después de darse cuenta que la abstracción meditativa  era el camino correcto hacia el despertar,  ya que el ascetismo extremo no funcionó, Gautama descubrió lo que en el budismo se conoce como el camino del medio, una senda de moderación, lejos de los extremos del hedonismo y la mortificación.
Y es que después de experiencias que se suceden como cuentas de un rosario con muchos días de vigilia que empieza a ver con claridad toda la intrincada cadena de causas y efectos que regulan la vida y el camino para alcanzar el conocimiento o la iluminación, se convierte en Buda. Luego de ello se dedica a peregrinar y transmitir lo que ya se ha convertido en su doctrina. Se acercan sus primeros discípulos que se encargaran de trasmitir su doctrina.
El Budismo convertido en religión, muy a su pesar, porque nunca habló de Dios, a pesar de su ascetismo provenía de antiguas religiones. Su mensaje es reconfortante, induce a la humildad y al ser, sentirse importante como parte de la creación.
Transmite paz que nace de la comprensión de la verdad, les propone la búsqueda del nirvana como estado ideal y  perpetuo de la felicidad. Dicen los budistas practicantes que  después de él ya no es posible vivir en la ignorancia.