María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva. (Duquesa de Alba)MARÍA LUISA FUNES ABC_GENTE / MADRID 23/11/2014 |
Van Gogh, autorretrato
LA CULTURA, EL CONOCIMIENTO, EL ARTE Y LA CIENCIA. (Van Gogh, autorretrato) JUAN YÁÑEZ, desde San Juan de los Morros Venezuela, les da la más cordial bienvenida...
domingo, 23 de noviembre de 2014
LA DUQUESA DE ALBA Se tarda mucho tiempo en ser joven
Si algo se puede decir sin rubor, es que la
duquesa de Alba ha vivido la vida a su manera, libre e independiente. Las
modas, en cambio, si han marcado su estilo personal
Los años 70 fueron la mejor época para la
duquesa de Alba
Durante las visitas de Jackie Kennedy y
Grace Kelly a España -agria lucha de titanes por convertirse en la más elegante
del mundo-, Cayetana aparecía más tradicional que sus invitadas. No obstante,
hacía gala de su origen andaluz, llevando la mantilla en los toros o vistiendo
el muy masculino traje de corto. A veces se mostraba con el tan femenino
vestido de gitana, porque Cayetana, discípula de Enrique el Cojo, bailaba
flamenco como los ángeles.
A partir de entonces, y ya tomada la
decisión de rizar su melena con un estilo afro inconfundible, comenzó a
rejuvenecer su estilo a pasos agigantados. De hecho, al final de su vida lucía
vestidos que parecían sacados de Laura Ashley o Cath Kidston, y accesorios más
propios de Hello Kitty. Su colección de bailarinas infantiles de Clarys o
Journee Collection era del tamaño de la de Imelda Marcos. Los accesorios
florales de corte juvenil para el pelo, se convirtieron en una constante en sus
peinados. Y sus joyas, otrora valiosas piezas históricas, se tornaron en
brazaletes de cuerda e inconformistas pulseras de tobillo con cuentas sin
valor. No en vano, Vanity Fair la incluyó en una de sus listas de más elegantes
del mundo, calificándola de ecléctica y atrevida. Ciertamente lo era.
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